Dejando atrás el corazon

Apremiados por los soldados, fueron saliendo uno a uno de la que fué su morada por generaciones. Habían tenido solo unas horas para poder llevarse lo más imprescindible. Allí quedaron muchas de sus pertenencias, sus ropas, sus herramientas, sus animales. Solo se llevaron consigo lo indispensable, algunos recuerdos y la llave de sus casas. Quizás algún día podrían volver. Comenzaban un exilio forzoso. El destino se había vuelto contra ellos sin razón alguna. Nunca ofendieron a su Dios ni incumplieron las leyes.
Alguien dijo: ¡ No mirar atrás!, y caminaron con la cabeza baja, dejando allí jirones del alma,... pero con la esperanza de volver. 

Toledo 1492 Expulsión de los judíos españoles
La Palma 2021. Afectados por el volcán. 



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