Una isla secreta

Apenas habia tenido tiempo de tener consciencia de lo que era, cuando despertó, en otro país, en otros olores, en otra lengua.
Era tiempos difíciles, y era una ciudad dura, fría. Ciudad de aluvión.
Llena de personas iguales y diferentes. Iguales en su necesidades y diferentes en sus procedencias. Con sus ilusiones y sus sueños
Vivir para trabajar, o trabajar para vivir. 
Al final que más dá. Lo mismo.
E intentó adaptarse, y quiso ser uno de ellos, pasar desapercibido. Que no se le notase que era extranjero.
Sufrió la crueldad que caracteriza a los niños en la escuela. 
Todas las noches, del fondo de su mente surgían sueños de su anterior vida. Y quería regresar, más el tiempo que todo lo envuelve como una tela de araña, le obligó a apartar aquellos sueños y aceptar la realidad.
Se propuso ser un ciudadano más. Y se puso el disfraz de ciudadano normal, pero cuando se dormía, irremisiblemente volvían  los recuerdos de su niñez.
Se hizo adulto, fundó una familia. Estabilizó su vida. 
Pasó el tiempo sin poder soltar amarras, sin poder olvidar sus recuerdos.
 Y descubrió que estaba indisolublemente atado. El lazo se llamaba...sangre.
Y se redeescubrió, como la misma persona, pero con un alma compartida.
Ahora, se siente como un pescador que tiene una isla secreta a la que regresar cuando quiera.




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